Entrevista: Juan Enrique Habermann Gastélum

  1. ¿Cuáles fueron los inicios de la empresa?

Somos una empresa especializada en la siembra de ejote para exportación, también sembramos granos como el maíz y el sorgo. El ejote es nuestro producto principal.

Comencé en la agricultura escuchando sobre ella cuando estaba pequeño, el que comenzó en la agricultura fue mi abuelo en los años 30, luego mi papá y yo soy la tercera generación de agricultores en la familia.

Este negocio inicio conmigo ya que mi padre murió muy joven cuando yo todavía estaba estudiando. Cuando me gradué de la escuela en el año 1989 me dedique a sembrar granos, y en 1993 empecé con la siembra de ejotes. Mi abuelo y mi padre sembraban hortalizas, tomate, pepinos, bell pepper también granos como soja, maíz, cártamo y ajonjolí.

En 1993 tuve que recurrir a la Comisión para la Investigación y Defensa de las Hortalizas (CIDH), con serios problemas financieros, ya que había rentado un campo para sembrar en la región de Quila, ese año tuvimos problemas ya que tuvimos el fenómeno climático “El niño” y no quedó nada de la siembra debido al huracán, me puse a pensar que iba a hacer con la deuda y sabia que con maíz no iba a terminar de pagar nunca. Me puse a revisar en la CIDH las estadísticas de precios, volúmenes y descubrí que se podía hacer algo con el ejote, ya que era un cultivo en el cual no había muchos agricultores grandes dentro y no se necesitaba tanta inversión inicial y por ahí me fui. Sembré tres hectáreas de ejote el primer año y luego conocí a unos americanos de origen japonés que hasta la fecha son mis socios, ellos son los que venden el ejote y siembran en la primavera y el verano y yo entro en el invierno lo que nos permite tener oferta de ejote todo el año.

En cuanto el tema del ejote procesado, este inició porque empezamos a venderle a un canadiense, empezó a comprarnos ejote en cajas y le preguntamos para que quería el ejote y nos enseñó el frasco, el cual procesaban en Vancouver y a raíz de eso, evaluamos la posibilidad de venirse con nosotros y hacerlo aquí, así operamos actualmente aquí lo cortamos y lo empacamos. Comenzamos maquilando en las altas del Yauco, mandaba el ajote y ahí lo procesaban, así duramos alrededor de tres años hasta que luego decidimos establecer una planta procesadora en el campo de nosotros y así nos sería más fácil ya que cortamos y envasamos el mismo día.

 

  1. ¿Qué porcentaje de su producción exportan al año y hacia a donde?

Exportamos el 98% al extranjero y el 2% mercado nacional. El principal mercado para el ejote procesado es el de Estados Unidos, le vendemos a las cadenas de supermercados y también a empacadores que embolsan en fresco.

El principal mercado para nuestro ejote envasado es Canadá, Hawái y un poco a Japón. Este es un nicho que los sinaloenses hemos desaprovechado porque hay una gran oportunidad, tenemos un mundo de alimento que se desperdician pudiéndose procesar.

 

  1. ¿Cómo inicio su relación con Eleven Rivers?

Yo era presidente CIDH cuando se vino el brote de Salmonella Saintpaul en 2008, que señalo el FDA que era tomate mexicano; tuvimos que defendernos como productores porque nos estaban inculpando, hicieron investigación en 5 agrícolas de Sinaloa, tuvimos que recurrir a estudios donde tuvimos el apoyo de investigadores como la Dra. Lourdes Simental quien fue una pieza muy importante para determinar el origen de la salmonella, y determinamos que el problema no era nuestro.

Lo bueno en Sinaloa fue que la temporada estaba por finalizar y no nos afectó tanto, pero en Baja California les afecto muy fuerte porque los mercados se cayeron, no podían exportar y el consumo bajó.

Entonces viendo las alternativas para evitar una crisis de este tipo, que si bien no nos había tocado en plena temporada ya que hubiera sido desastroso para Sinaloa y el país porque se hubiera parado totalmente la exportación del tomate, teníamos nosotros la idea de blindar al Estado de Sinaloa, y nos preguntamos cómo lo íbamos a hacer frente ante una posible eventualidad de algún brote de salmonella.

A raíz de eso nace Eleven Rivers para certificarnos, teníamos  que cumplir con normas por arriba de las que nos exigían internacionalmente y atendiendo todos estos temas se fue elaborando un esquema que ha ido evolucionando en el tiempo. Teníamos que estar seguros de lo que estábamos haciendo en cuanto a temas de inocuidad, responsabilidad social, ambiental etc. Así estamos cumpliendo por arriba de las normas internacionales y eso nos brinda la seguridad de que nuestras empresas se encuentran en un cumplimiento constante.

¿Qué trae esto de contraparte? todo esto de certificarnos cuesta mucho como productores y nos preguntamos ¿qué beneficio vamos a tener? Bueno vamos poder vender un producto Premium que al fin de cuentas el mercado lo va a comenzar a comprar, entonces yo creo que tenemos que empezar a compartir el proyecto, ya somos aproximadamente 33 agrícolas que estamos participando y tenemos que empezar a hablar con las cadenas comerciales, con los supermercados y decirles lo que estamos haciendo para que comiencen a preferir los productos certificados, y eso nos va a llevar a que más agrícolas quieran unirse a Eleven Rivers y así vamos a tener menores riesgos como sector; y cuando haya alguna eventualidad estar seguros que nosotros no somos los del problema o si encontramos algún problema se detecte inmediatamente, ya que este el tipo de certificación que estamos viendo es una muy diferente a las demás por la constancia de la verificación semanal, no es como las otras que vienen, te certifican y regresa al próximo año.

Yo me involucre con Eleven Rivers porque me toco echarlo a volar en un principio, el que naciera el programa y ha ido evolucionando en el tiempo y para bien.

 

  1. ¿Cuál es la principal ventaja que encuentra su empresa con Eleven Rivers?

La empresa cuenta con diversas certificaciones comerciales, SCS Global Services, PrimusGFS, Certificado ESR, HACCP, y las certificaciones de Wal-Mart que maneja estándares éticos más altos; tengo todas las certificaciones que exige el mercado. Lo que nosotros pretendemos como productores, es tener solo una certificación y que esa fuera Eleven Rivers y que con ella pudiera ir con Wal-Mart, Safeway  y con todos mis clientes y decirles ya tengo esta certificación y que ellos me la aceptaran, porque cada empresa trabaja con diferente certificadora, y si quieres venderles tienes que certificarte bajo sus criterios, lo que representa costos, trabajo y tiempo.

Entonces queremos que reconozcan a Eleven Rivers como una empresa que cumple con lo que ellos piden y más y cuando esto se logre será muy positivo para los productores.

 

  1. ¿Usted recomendaría Eleven Rivers y por qué?

Sí, porque el estándar que estamos manejando es un estándar más alto que todos y porque estamos en el proceso de reconocimiento de nuestra marca y es muy importante para que las cadenas la tomen en cuenta.

 

  1. Algo más que desee agregar

Invitar las demás empresas agrícolas a sumarse y certificarse, ya que entre más seamos los certificados vamos a estar más seguros, y vamos a blindar nuestro estado y eso al final de cuentas traerá un beneficio adicional a tu empresa.