Crean un sustituto del plástico fabricado con desechos vegetales

La empresa aragonesa Feltwood ha desarrollado un innovador material industrial ecológico fabricado a partir de residuos vegetales agrícolas, que ofrece una alternativa ecológica al plástico, y una solución de construcción medioambiental.

Los materiales que fabrican están elaborados con un 100% de fibras vegetales, por lo que son biodegradables e incluso compostables. Se pueden reciclar manteniendo su calidad. Además no contienen sustancias tóxicas como adhesivos, plásticos o aglomerantes peligrosos. Por su dureza, versatilidad y resistencia tienen diversas aplicaciones. Las fibras se pueden producir más ligeras, más rígidas o más flexibles para adaptarse a las necesidades del producto final.

Entre las múltiples finalidades que se le pueden dar a estos materiales, están la construcción de muebles, embalajes, tableros, aislamientos térmicos para construcción, material deportivo, instrumentos musicales, juguetes…

Arancha Yáñez y Óscar Longares se conocieron en Startups in Love, un evento de networking que se celebra cada año en Zaragoza y que ayuda a profesionales y startups a formar nuevos equipos para sus proyectos actuales y futuros. A partir de ahí comenzaron con el proyecto de Feltwood. Fetlwood entró en la aceleradora Ship2B; ha obtenido financiación del programa Horizonte 2020 al ser su proyecto seleccionado (Fase 1); ha sido premiada por la agencia europea EIT Food y esta misma semana ha ganado el Premio Emprendedor XXI, impulsado por CaixaBank, en el sector Impact Tech.

Una vez que registren la patente, conformarán su modelo de negocio: «Queremos licenciar la tecnología y que otras empresas produzcan nuestros materiales», explica Longares. Se dirigen a dos tipos de clientes: empresas que generan o gestionan residuos agrícolas, y a compañías que comprarán materia Feltwood para fabricar bandejas de frutas y verduras para supermercados, para sustituir el corcho que rellena las cajas de electrodomésticos, o como aislante de construcción. A todas ellas les venderemos nuestra tecnología”, cuenta Longares. Además, el proceso de fabricación es cuatro veces más barato que el plástico. Por tanto, parece que ya no hay excusas para reducir el consumo de plásticos en el planeta.

Fuente: abc.es