Entrevista: José Enrique Rodarte Salazar Productor de Promotora Agroindustrial y Comercial del Tamazula

En esta ocasión el Ing. Rodarte, reconocido productor sinaloense, nos comparte un poco de su experiencia no solo como agricultor, sino en su valiosa participación en los diferentes organismos de productores que apoyan el desarrollo del sector agrícola de nuestro estado.

  1. ¿Podría contarnos cómo fue que se inició en la agricultura?

Después de egresar de Agronomía del Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, en 1966, decidí tomar un curso  relacionado con la agricultura en la Universidad de Florida y una vez que terminó, regresé a Culiacán. Desde entonces me involucré en el negocio familiar, prácticamente a los 21 años.

Empecé en el campo, no propiamente como jefe de cuadrilla; apoyaba en la supervisión de los trabajadores y del cultivo. Todo esto me permitió aprender mucho sobre el campo, el manejo de plagas y de las hortalizas que cultivábamos.

  1. ¿De qué manera ha participado en los diferentes organismos agrícolas?

Inicie mi participación en la Unión Nacional de Productores de Hortalizas (UNPH), formando parte del consejo como representante de Sinaloa.

Posteriormente, apoyé en la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC) como vocal, luego como tesorero y por último tuve la oportunidad de ser presidente, de 1983 a 1986. Durante esta temporada también fungí como presidente del Comité de Caminos Vecinales y de la Comisión para la Investigación y Defensa de Hortalizas (CIDH). En esta última tuve la oportunidad de gestionar algunos programas de investigación en colaboración con la Universidad de Indiana; trabajamos por primera vez con las variedades de tomates que eran precursoras de las actuales variedades con alta vida de anaquel.

De 1986 a 1989 fui presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa (CAADES).

En lo personal me parece bastante interesante que las nuevas generaciones estén participando en la gestión de los organismos agrícolas. La problemática actual de la agricultura es tal que lo que requiere es gente dinámica, joven, movida y sobre todo que tenga la visión muy puesta en el futuro.

“Creciendo al servir” fue el lema que lo caracterizó durante su periodo como presidente en la AARC. ¿A qué se refería con esto?

En aquel entonces la AARC proporcionaba diferentes servicios a los agricultores como: la ferretería, estaciones de gasolina, acopio de grano no tan fuerte como hoy en día, etc.

Creciendo al servir era más que nada el acercar todos estos servicios aún más a los productores. Lo que hice durante mi administración fue darle seguimiento a todos estos programas. Adquirimos un terreno contiguo al actual terreno de la AARC donde se instaló una segunda bodega de granos y compramos un terreno en Navolato donde actualmente se lleva cabo la recolecta de envases del Programa Campo Limpio.

En fin, buscamos expandir el alcance de la Asociación sirviendo a los productores.

  1. ¿De qué manera influye la colaboración de los organismos agrícola en el desarrollo del sector?

Los organismos tienen la tarea de representar los intereses de los productores hacia el exterior: hacia el sector público, gobierno e incluso entidades privadas y demás.

Yo considero que el sector agrícola de Sinaloa no pudiera estar en el nivel que se encuentra sin el apoyo de estos organismos y obviamente no podrá seguir avanzando sin el constante soporte de estos mismos; es por ello que debemos conservarlos y sobre todo respetar el manejo interno que cada uno tiene.

Las prácticas, la tecnología y los mismos productores poco a poco se han adecuado a las necesidades del mercado. ¿De qué manera han evolucionado los organismos agrícolas?

La tecnología avanza y los organismos deben adaptarse a todos estos cambios y facilitar, a través de la investigación, estos adelantos a los agricultores. Los servicios que ofrece un organismo han ido evolucionando, unos se cancelan, otros por necesidades se han ido mejorando y demás, esto según la demanda.

Los organismos no se pueden quedar atrás ya que son la institución que agremia a los productores y su constante actualización no deja de ser un ejemplo de lo que se puede aspirar por parte de los mismos agricultores.

  1. ¿Cuáles considera que son los principales retos por los que están atravesando los productores en Sinaloa?

En el sector de las hortalizas, el principal reto al que se enfrentan los productores es el mantenerse competitivos; sobre todo en términos de costo. Lo anterior está relacionado directamente con la productividad y esta a su vez con la tecnología y, en ese aspecto, yo considero que Sinaloa ha sido precursor. Además, no sólo se trata de mantener los costos de producción bajos, sino de mantener la calidad y adherido a esto la inocuidad del producto.

La agrícola debe cumplir con una serie de condiciones que los propios consumidores están exigiendo como la trazabilidad; certificaciones en cuestión de seguridad y terrorismo solicitada por parte del gobierno de Estados Unidos, nuestro principal mercado; y por último, pero no por eso  menos importante, cuestiones relacionadas con los jornaleros, no contar no trabajo infantil, brindarles condiciones de vida adecuadas, etc.

Tenemos también el reto que Eleven Rivers representa; adicional a todos los requisitos, certificaciones y demás solicitudes mencionadas, se tiene que ofrecer un plus al mercado, un grado más arriba de lo solicitado y darle ese valor agregado a nuestro producto, que es lo interesante de este programa.

  1. ¿Qué tipo de estrategias ha utilizado para mantener posicionada en el mercado a Promotora Agroindustrial y Comercial del Tamazula?

Nosotros nos retiramos del cultivo de hortalizas por 10 años y regresamos entre 1999-2000. Fue durante esta época cuando se presentaron mucho de los cambios en relación a la inocuidad y tuvimos que meter el acelerador, a pesar de que empezamos a sembrar prácticamente menos de una hectárea.

Desde entonces nos hemos involucrado y hemos sacado adelante cuestiones que el mercado solicita y nos vamos preparando para los futuros requisitos.

Hoy contamos con diferentes certificaciones en inocuidad, de buenas prácticas agrícolas; cumplimos con los requisitos de no trabajo infantil, hemos ampliado la infraestructura en los albergues, brindamos un mejor servicio de guardería y escuelas a nuestros niños, etc.

El sembrar hortalizas requiere contar con un equipo que brinde un seguimiento y que documente, además de llevar a cabo, cada una de las labores que se realizan dentro de la empresa de manera adecuada.

En fin, es una carrera que se lleva en paralelo a lo que es la producción que, al final de cuentas, es lo que genera realmente el ingreso.

  1. Conforme a su experiencia ¿cuáles serían sus principales recomendaciones para los agricultores de Sinaloa?

Yo no soy nadie para recomendar a tanto tigre grande que hay aquí en el estado; realmente los agricultores de Sinaloa son gente muy preparada, informada y actualizada en todos los sentidos.

Lo que si me atrevería a recomendar es que sigamos en el mismo sentido que vamos hasta el momento y, sobre todo, promocionando esa conciencia sobre la necesidad y la bondad de los organismos agrícolas.

Debemos de sumarnos cada vez más a ellos, aprovechar esta unión, estar presentes con nuestro diferentes intereses y puntos de vista y llegar a acuerdos en común que, justamente, nos permitan continuar con nuestros negocios de manera rentable y eficiente, implementando nuevas tecnologías y manteniéndonos competitivos.