Entrevista: Rosario Beltrán Ureta, Director general de Agrícola Belher

Rosario Antonio Beltrán Ureta Director General de Agrícola Belher, presidente del Comité Directivo de la Comisión para la Investigación y Defensa de las Hortalizas (CIDH) y representante de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES) ante el Consejo Directivo de Eleven Rivers.

El Ing. Beltrán nos recibió con la serenidad y tranquilidad que caracterizan a un agricultor maduro, en las oficinas de su empresa que comercialmente se denomina Agrícola Belher. Recientemente celebró 25 años en el mercado.

Procedente de una familia de pioneros y siendo pieza clave de la agricultura sinaloense, el Ing. Beltrán nos expresó con pasión y determinación su visión de algunos retos que enfrenta la industria agrícola de la entidad.

  1. ¿Cómo fue que se inició en la agricultura?

Fue en 1978, después de que mi padre falleció, que me integré al negocio familiar en sociedad con mi tío Juan Antonio, por el rumbo de La Palma Navolato. En 1989, 11 años más tarde, decidimos independizarnos.

  1. ¿Cuál es el secreto para que una empresa se mantenga exitosa de generación en generación?

Es importante inculcarles a los hijos el amor por lo que uno hace; porque lo hace, para que lo hace y las raíces de dónde venimos.

Pero también es importante saber que no se puede exigir a alguien que continúe con la tradición, si no es su vocación. Para tener éxito en las cosas que uno emprende, se tienen que hacer con pasión, porque no hay algo más incómodo que trabajar en un lugar que no te gusta.

  1. De acuerdo a su experiencia, ¿podría identificar los momentos más destacados del desarrollo de la agricultura en Sinaloa?

El primer gran avance fue el cambio de tomate de suelo a tomate de vara, por allá a finales de los 50´s; luego vino el riego por goteo y posteriormente fue el desarrollo de nuevas variedades de tomate con larga vida de anaquel que permitieron incrementar el rendimiento de la producción 3 veces más y ampliar la cobertura del mercado.

A finales de los años 90’s se desarrollaron los primeros modelos de malla sombra y para el 2000 empezó a crecer significativamente la agricultura protegida. Los rendimientos se multiplicaron de nuevo 4 o 5 veces más y mejoró significativamente la calidad.

“Debes repartir equitativamente el dinero en todos lados, a cada quien, en su medida, beneficiar a todos los que integran el circulo de la producción y si invertimos en tecnología también hay que invertir en nuestra gente”.

  1. Adicional a los cambios tecnológicos, las empresas han tenido que ir modificando su dinámica interior en diferentes aspectos, ¿usted cómo ha sentido estos cambios para el sector?

Muy fuertes, yo creo que esto ha venido cambiando día a día y tienes que mantener los factores de la producción en armonía para poder ser competitivo. Requieres tener todos los factores de la producción bien acomodados. Yo siempre lo he dicho; unos de los factores más importantes es la gente con la que se hace el trabajo.

Como productores hemos hablado y le hemos invertido mucho a la tecnología; hemos hablado de todo, pero no hemos hablado de la gente y eso es uno de nuestros errores. Tenemos que verlo de manera integral. Pagarles bien a los trabajadores, con sus prestaciones; que estén contentos; porque es lo que viene a darle identidad al negocio.

Debes repartir equitativamente el dinero en todos lados, a cada quien, en su medida, beneficiar a todos los que integran el circulo de la producción y si invertimos en tecnología también hay que invertir en nuestra gente.

Ese es el factor más importante de una empresa y yo creo que parte del éxito que tenemos en Agrícola Belher, es ese, su gente y lo puedo decir con mucho orgullo.

  1. En una ocasión usted declaró que la responsabilidad social llego para quedarse, ¿podría decirnos por qué lo considera así?

Ya no es posible concebir un negocio de otra manera. La función de los empresarios no es nada más llenarse los bolsillos de dinero; así como se genera capital, también se tiene que tener una responsabilidad con el trabajador.

Cuando un trabajador se va al campo y sabe que su hijo está bien cuidado, alimentado, que asiste a la escuela y que se le cubren todas sus necesidades, entonces tenemos a un trabajador tranquilo, satisfecho y concentrado en lo que está haciendo.

Como consecuencia, ese peso que se invierte en responsabilidad social se duplica, y creo que esto es algo en el que todos necesitamos reflexionar y seguir invirtiendo.

  1. ¿Hay alguna experiencia que lo marcó en el ámbito de la responsabilidad social?

Hace algunos años la Lic. Dora Ochoa, encargada de Recursos Humanos en el campo, me invitó a la graduación de la Escuela Primaria Angél Flores  de la comunidad de Lo de Sauceda en el municipio de Navolato, que es la escuela a la que van los hijos de mis trabajadores.

Esta experiencia me conmovió mucho ya que yo también asistí a esa misma escuela cuando era niño y pude darme cuenta como los niños migrantes de la comunidad de Lo de Beltrán convivían con los niños de la localidad como una sola familia, sin discriminación, y me pude dar cuenta como poco a poco la mentalidad ha ido cambiando en relación a los migrantes.

Era un fin de cursos de la escuela primaria y los hijos de mis trabajadores que son migrantes y vienen de comunidades indígenas muy pobres, estaban cantando en inglés con los niños que son de la localidad. Me emocioné porque sentí que en algo había yo contribuido a ese cambio.

  1. ¿Cuál sería su recomendación en el tema de responsabilidad social para los productores sinaloenses?

Tenemos que cambiar. Las empresas para ser competitivas deben trabajar arduamente y no sacarle la vuelta a esto.

Debemos hacer lo que nos corresponde, yo creo que ese es el mensaje. Más que criticar o comparar es importante reflexionar y hacer lo que se tenga que hacer, por el bien de la empresa y de la gente que forma parte de ella.

¿Cómo puede lograrse este cambio? Muchas veces quieres, pero no puedes; ahí es donde se deben recibir apoyos serios por parte del gobierno. La mayoría del tiempo se crítica o sataniza al horticultor, sin embargo, en ocasiones no alcanza ya que la dinámica financiera es muy fuerte.

Es importante que los empresarios y el gobierno trabajen de manera conjunta, sin pedir que nos regalen cosas; simplemente que nos apoyen y poder así mejorar la condición de los trabajadores.

Este es un movimiento que va iniciando y que va a seguir creciendo. Hoy el consumidor está más preocupado por saber de dónde viene su comida, cómo se produce, quién la produce.

Cada vez las nuevas generaciones se cuestionan más y la información se hace más virtual en cuestión de segundos a través de las redes sociales, lo cual puede repercutir de manera positiva o negativa.

  1. ¿En qué nivel cree que se encuentran las empresas sinaloenses en tema de responsabilidad social en comparación con las empresas de sus principales competidores?

En mi opinión esta igual de dispersa y polarizada. Está claro que hemos avanzado mucho, aún tenemos algunas deficiencias, pero el avance es enorme.

Por otra parte, el sistema de trabajo en Estados Unidos es muy diferente al nuestro, ellos trabajan a través de contratistas, no tienen la responsabilidad social que nosotros estamos adquiriendo.

  1. ¿Le gustaría agregar algo más?

Tenemos que trabajar mucho y esto de la responsabilidad social llegó para quedarse. Tenemos que entenderlo así. Creo que es lo justo.