PepsiCo apuesta por la agricultura sostenible en Latinoamérica

El gigante de la alimentación y las bebidas PepsiCo ha apostado por su Programa de Agricultura Sostenible en Latinoamérica, donde además de proveerse de materia prima para su industria procesadora, está contribuyendo al desarrollo de un modelo de agricultura “4.0”.

Entre sus objetivos está reducir la huella de carbono de la cadena de valor, para lo que financia la modernización tecnológica de sus agricultores y los forma en prácticas de almacenaje, riego, nutrición o estándares para sus empleados, todo certificable. En 2018, la mitad de la materia prima del campo que recibió PepsiCo estaba certificada como “procedente de fuentes sostenibles”, mientras que la patata ya ha alcanzado el 100%, según indicó en septiembre el consejero delegado y presidente de la compañía, Ramón Laguarta, en un informe de sostenibilidad.

La empresa mexicana AgroJaba, ubicada en el estado de Nuevo León, firmó un contrato con la multinacional para proveerle sus patatas, pero también “aprender a desaprender” lo que sabía sobre agricultura. Su propietario, Francisco Chapa, es uno de los veinte proveedores de patata de PepsiCo en México, y ha pasado de producir en sus inicios 800 toneladas anuales a unas 27.000, impulsado por la alianza con el primer comprador industrial de este tubérculo, que obtiene unas 280.000 toneladas al año, en torno al 20% nacional.

PepsiCo cuenta con una planta de producción en la ciudad de Saltillo, en el estado de Coahuila. Operativa 23 horas al día, en esta planta se procesan 2.300 kilos de papas por hora procedentes de la producción local, lo que genera al mes 5.000 toneladas de snacks que abastecen a todo el norte de México, especialmente a las pequeñas tiendas de barrio.

Como el resto de plantas de PepsiCo, la de Saltillo tiene instalaciones de tratamiento de agua que le han permitido reducir su uso de 10 a 2 litros por kilo producido, y aprovecha subproductos como los lodos, que pasan a ser compost, o el almidón, que según su grado alimentario se reutiliza en galletas o pegamento.

Presente desde hace un siglo en Latinoamérica y consciente de que la agricultura es “el fundamento del sistema alimentario y la raíz del negocio”, la firma tiene como meta que en 2020 todas sus materias procedentes del campo estén certificadas como sostenibles y, para 2025, pretende reducir un 15% el uso del agua en áreas de riesgo.

Fuente: www.freshplaza.es